PRIMERA HORA
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miércoles, 4 de
febrero de 2004
Juan Otero Garabís PARA
PRIMERA HORA
"EL MALO de aquí soy yo / porque tengo corazón", así terminaba
la letra del primer éxito de Héctor Lavoe con Willie Colón, que
sentó la tónica en la carrera de este dúo neodinámico.
Esta imagen de "malo" los acompañó por más de
una década, ayudándoles a crear fama y sirviendo, a la vez, de
imagen de identidad del barrio puertorriqueño en Nueva York,
creándoles problemas en más de una esquina.
Cuenta Colón que a mediados de los setenta
tuvieron que apartarse de esta percepción, porque todo el mundo
quería pelear con ellos en los bailes y, obviamente, ni él ni Héctor
tenían el físico para respaldarla. Se trataba de una imagen funky
que caló, porque la violencia es parte de la cultura caribeña. Y
fueron muchas las composiciones de Willie Colón que pregonaban la
competencia violenta en y por los espacios latinos.
Pero "El malo" es singular, aunque su
referencia estaba en una de las parejas salseras más recordadas del
ambiente salsero: Willie Colón y Héctor Lavoe.
En este tema, que da vida a su primera
producción discográfica (1967), se trata de sentar pauta para la
carrera de un joven de poco más de quince años en la dura cultura
comercial. Colón quería ser fuerte y que los demás le abrieran
camino. Singularmente tuvo que buscar un cantante para grabar el
número y ahí llegó Lavoe, ¿sumándose o compitiendo por la imagen de
malo? Según la canción, en el barrio no hay espacio para dos malos;
así que queda sugerido que, al menos en ese inicio, Colón y Lavoe
competían por el reinado.
Este binomio no fue sólo imagen. Se trata del
grupo que creció con el sello disquero de Fania y con la
popularización del término salsa para nombrar ese proyecto musical.
Este dúo es el más característico del género, porque ninguno de
ellos había sido famoso antes, ni había grabado con ninguna gran
orquesta.
La competencia, tal vez, se la hizo Larry
Harlow, pero más que el pianista de origen judío –quien se mantuvo
muy apegado al sonido cubano– el trabajo de Willie Colón se
distinguió por su mezcla rítmica de calipso, bomba, plena, guaguancó,
bugalú, guajira, mambo y jazz.
Curiosamente, también son reconocidos por su
sonido jíbaro. Esto, alegadamente, les facilitó su transición de
Nueva York a Puerto Rico. El metal ajibarado de las voces de Lavoe y
de José Mangual en el coro les daba a estos "locos" de Nueva York
pase de autenticidad para que la música de los nuyoricans entrara al
espacio radial de Puerto Rico.
Mirado desde el siglo 21, el viaje parece que
fue fácil, pero no podemos olvidar la dificultad que pasaron los
puertorriqueños de Nueva York en esos años para ser reconocidos como
auténticos boricuas.
Su pasaporte al mercado puertorriqueño lo
lograron con el disco "Asalto navideño" (1971), con el que el músico
"asaltó" la cultura nacional, proclamando la salsa como música
típica navideña.
Con frases como "aquí traigo la salsa" y "esta
Navidad vamos a gozar", los denominados chicos malos acentuaban el
desplazamiento de una comunidad y de un género, acer-cándose a la
cultura nacional con un lenguaje parecido al usado para "tomar" las
calles neoyorquinas. Esta vez, también diciéndole a su público que
"si se apura se muere", y alegadamente con un poco más de humildad,
pues "hay jíbaros que saben más".
Proyecto Historia de la Salsa, una serie
especial de PRIMERA HORA
Director General: Jorge Cabezas
Villalobos
Editor: Hiram Guadalupe Pérez
Supervisor Gráfico: Diego Méndez Hernández
Ilustrador: Gary Javier
Artista Gráfico: Omar A. Cadena Negrón
Audio y vídeo: www.primerahora.com
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